domingo, 25 de noviembre de 2018

Morón: Tierra de Aviación

Ciudad en la que funcionó por primera vez la Escuela de Aviación Militar que bautizó a su localidad de El Palomar como "Cuna de las Alas Argentinas", donde Jorge Newbery, el primer piloto que cruzó el Río de La Plata y volvió el mismo día, fue Director. Lugar del que partió el primer vuelo comercial transatlántico de la Argentina, con el primer aeropuerto central comercial del país, con escuelas técnicas y oferta de carrera universitaria en aeronáutica, cuna de los vuelos low cost, sede del Museo Nacional de Aeronáutica, cuna de la aviación deportiva, única con un Parque Industrial Aeronáutico en el país, Morón es la Tierra de la Aviación. 

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La tradición moronense siempre se ha sustentado en la ciudad como lugar de paso para los viajeros. No es casual que la Patrona de Morón sea la Virgen del Buen Viaje o que Morón fuese la primera posta obligada que hacían los ejércitos en el Camino Real al Alto Perú, donde se encomendaban a dicha Virgen para que protegiera su camino.
Imagen de Nuestra Señora del Buen Viaje, en la Catedral de Morón.
A lo largo de los años, el crecimiento de Morón estuvo ligado a los viajeros. Ejemplo de ello es que en la década de 1850, con la llegada del ferrocarril, Morón pasó de ser un distrito rural que producía trigo a convertirse en la metrópolis que hoy se conoce como “el Corazón del Oeste”.

En el siglo siguiente, llegaría a Morón la verdadera revolución: la aeronáutica.

El 10 de agosto de 1912, el Presidente de la Nación Dr. Roque Sáenz Peña firmó el decreto por el que se creaba la Escuela de Aviación Militar, dependiente del Ministerio de Guerra, en la localidad moronense de El Palomar. La creación pudo concretarse gracias al generoso aporte del Aero Club Argentino, que brindó gratuitamente su parque aerostático, sus elementos, asesoramiento y profesores. El lugar donde se instaló la institución era un terreno que había pertenecido a la Compañía Aérea Argentina y que ésta cedió. El civil Jorge Newbery y los tenientes coroneles Enrique Mosconi y M. J. López fueron los primeros directores de la Escuela Militar de Aviación. Breve, pero fecunda, su trayectoria comienza revelando la comprensión visionaria de los ciudadanos, que sin distinciones prestaron su apoyo material para que la Aeronáutica Militar Argentina no fuera un sueño y se convirtiera en una brillante realidad, brindando luego el apoyo moral que alentó sus primeros intentos y premió sus posteriores hazañas. Cabe destacar que es este hito de la historia el que bautiza a la localidad de El Palomar como la “Cuna de las Alas Argentinas”.

Jorge Newbery en un monoplano Bleriot XI.
Ante la falta de fondos públicos para comprar aviones, el Aero Club Argentino organizó una colecta popular con la que se adquirió la primera flotilla. El 25 de mayo de 1913 esa flotilla desfiló por primera vez: cuatro monoplanos piloteados por dos civiles, Newbery y Macías, y dos militares, Goubat y Agneta. Unos meses después, el Ejército nombró a los dos primeros como pilotos militares con derecho al emblema. El 24 de noviembre de 1912, Newbery cruzó el Río de la Plata en el monoplano Centenario, un Bleriot Gnome de 50 caballos de fuerza. Fue el primero en cruzar el río y volver en el mismo día.

Influenciado por Newbery, el joven Pablo Teodoro Fels, que se encontraba cumpliendo el servicio militar, tomó uno de los aviones de la Escuela Militar de Aviación sin permiso y llegó a Montevideo batiendo el récord mundial de vuelo sobre agua. A su regreso, el presidente Roque Sáenz Peña le impuso arresto por su desobediencia y a la vez lo ascendió a Cabo por la hazaña. El 10 de febrero de 1914, Newbery, en un monoplano Morane-Saulnier, superó el récord mundial de altura alcanzando los 6225 metros. La marca no fue homologada por la comisión internacional porque la reglamentación establecía entonces que era necesario superar el récord anterior por un mínimo de 150 metros, y Newbery lo superó por 65 metros.
Aviador Pablo Teodoro Fels.
El 29 de diciembre de 1925, con el incremento de la actividad aeronáutica civil y militar, el presidente Marcelo Torcuato de Alvear presenta un Decreto por el cual se disponía que el Servicio Aeronáutico del Ejercito debía organizar un Aeródromo Central para la aviación no militar a través de su Departamento de Aviación Civil. El 5 de febrero de 1926 se promulgó el Decreto que otorga el nombre “Presidente Rivadavia” al nuevo Aeródromo de Morón, inaugurado oficialmente el 1° de marzo de ese año.

La gran cantidad de material de vuelo que llegó al país luego de la Gran Guerra sumada al prestigio de la fábrica de aviones de Jorge Sfreddo y Luis Paolini, que habían sido formados en la Base Aérea de El Palomar durante el servicio militar, hicieron que su emprendimiento creciera y en 1926 tuviesen que mudar su taller de la Capital Federal a un lugar más amplio y público: el lugar elegido fue el recientemente creado Aeródromo Presidente Rivadavia de Morón. Allí, “Sfreddo y Paolini” reconstruyeron aviones pero también incursionaron en la fabricación total de aviones, como el SyP1 y el SyP2.

En 1929, el Aero Club Argentino se instala en el Aeródromo Presidente Rivadavia, y le sigue el Club de Planeadores Albatros en 1930 y el Centro Universitario de Aviación en 1931, además del Aero club los Patos, la Sociedad Argentina de Aeronavegación Jorge Luro y otras entidades vinculadas a la aviación civil.

El 20 de octubre de 1929 se inicia la línea Santiago de Chile - Buenos Aires con terminal en Morón. Pocos meses más tarde, el 19 de febrero de 1930, los argentinos podían cubrir por vía aérea el trayecto Nueva York - Buenos Aires, y dos meses después Buenos Aires - Miami, servicios prestados por la compañía Panagra, antecesora de Pan American World Airways (Pan Am), la aerolínea internacional más importante de los Estados Unidos desde la década de 1930 hasta su quiebra en 1991.

El 24 de diciembre de 1940, un tornado destruyó las instalaciones de Sfreddo y Paolini en el aeródromo. La gran magnitud de los daños hizo que se vieran obligados a transformar la Sociedad de Responsabilidad Limitada en Sociedad Anónima, para afrontar la reconstrucción de los talleres. Luego se emitieron acciones, con cuya venta se construyeron los nuevos hangares. Así se constituyó en el año 1941 la S. A. Sfreddo y Paolini Fábrica Argentina de Aviones. En la inauguración de las nuevas instalaciones y festejos de las Bodas de Plata, el 27 de abril de 1941, alguien dijo de estos dos pioneros "sin Sfreddo y Paolini, no hubiera habido en nuestro país aviación deportiva".

Talleres de Sfreddo y Paolini en Morón (1941).

En 1945, se creó la Secretaría de Aeronáutica, que dio origen a la Fuerza Aérea Argentina. A partir de allí surgieron nuevos aeródromos, como los aeropuertos internacionales de Ezeiza, Córdoba y Mendoza y el Aeroparque de Buenos Aires, al mismo tiempo que se modernizaron los pocos que ya existían (entre ellos, el Aeródromo Presidente Rivadavia).

En 1946, parte de Morón el primer vuelo comercial transatlántico de la Argentina, con destino final Madrid. Con el avión DC4, que tenía 5.000 kilómetros de autonomía, y sin satélites que calculasen su ubicación geográfica, este vuelo convirtió a la empresa Iberia en una de las más grandes del mundo, luego de concretar exitosamente un vuelo de 36 horas con 3 escalas.

Pasajeros del primer vuelo Madrid-Buenos Aires de Iberia. Fuente: EL PAÍS.
En 1949, se establecieron las nuevas unidades aéreas operativas y se constituyeron las Brigadas Aéreas. En el predio de la Escuela de Aviación Militar comenzó a funcionar la I Brigada Aérea El Palomar y el 9 de enero de 1951, el Aeropuerto de Morón cambió su denominación por la de Aeródromo Militar, convirtiéndose en sede de la VII Brigada Aérea Morón, dependiente del Comando Aéreo de Transporte. Parte del material aéreo del que disponían las brigadas eran los modernos aviones a reacción, los famosos Gloster Meteor y los grandes bombarderos Avro Lincoln y Lancaster, de origen inglés, que convirtieron a la Fuerza Aérea Argentina en la primera de América Latina en poseer aparatos a reacción. Con el pasar del tiempo, dichas aeronaves fueron trasladadas a otros destinos y en 1969 la actividad de la VII Brigada Aérea Morón se centró en el uso de helicópteros.

En 1973, la entonces Escuela Nacional de Aviación Civil comenzó a funcionar en el predio que ocupa el Aeródromo Morón, con una pista de aterrizaje de 3000 metros de extensión, habilitada para la operación de aeronaves del tipo comercial. A partir del año 1985, la institución es reconocida con el nombre de Centro de Instrucción de Aeronavegantes y Técnicos Aeronáuticos (C.I.A.T.A.), dependiente del Instituto Nacional de Aviación Civil (I.N.A.C.) de la Dirección General de Educación del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina. El C.I.A.T.A. ofrece para el Nivel Secundario las carreras de Técnico en Aeronáutica y Técnico Aviónico, y otorga las Licencias de Mecánico de Aviónica (M.Av.), Mecánico en Mantenimiento de Aeronaves (M.M.A.) y Mecánico de Equipos Radioeléctricos de Aeronaves (M.E.R.A.) de la Administración Nacional de Aviación Civil (A.N.A.C.).

En 1975, comenzó a dictarse la Carrera de Ingeniería Aeronáutica en la Facultad Regional Haedo (F.R.H.) de la Universidad Tecnológica Nacional (U.T.N.), principalmente por la cercanía con los aeropuertos militares y civiles que la circundan. La F.R.H. había sido fundada el 5 de mayo de 1967, pero la incorporación de la Carrera de Ingeniería Aeronáutica aumentó exponencialmente la matrícula y en 1976 se comenzó a construir un edificio propio. La nueva oferta académica hizo que la Facultad Regional Haedo se haya constituido en la principal fuente de profesionales para las empresas de la industria aeronáutica del país.

En 1986, la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 4 “Prof. Héctor Laguarde” de El Palomar construye íntegramente el avión Pazmany PL-4 y se convierte en la primera escuela de Latinoamérica en construir una aeronave. El mismo fue construido artesanalmente; las piezas fueron hechas por los alumnos, que junto a sus docentes realizaron el armado completo. En 1988, la misma escuela construiría el Pazmany PL-2, que posteriormente la Fuerza Aérea Argentina utilizaría como avión de entrenamiento para sus nuevos pilotos.

Una imagen de 1986 con alumnos y profesores de la Escuela Técnica Nº 4 en
la preparación de los dos aviones Pazmany en El Palomar. Fuente: CLARÍN.

En el año 2001, se traslada a las instalaciones de la Base Aérea de Morón el Museo Nacional de Aeronáutica (MNA). Fundado el 13 de enero de 1960, originalmente estuvo localizado en la plataforma del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. Si bien la céntrica ubicación lo beneficiaba desde el punto de vista de la afluencia de visitantes, al estar situado en plena ribera del río se generaba un gran desgaste en las aeronaves que se encontraban expuestas al aire libre. A esto se sumaba el problema del reducido tamaño del solar, que condicionaba su crecimiento. Es así que el MNA encuentra en Morón el sitio más adecuado para su funcionamiento y desarrollo.

En el año 2010, la I Brigada Aérea El Palomar, que sólo tenía actividad militar, funcionó como aeropuerto comercial mientras se remodelaba el Aeroparque Jorge Newbery.

Hacia fines del año 2011, el Municipio de Morón retomó un proyecto de la Fuerza Aérea Argentina para construir un Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico en un área de 20 hectáreas pertenecientes a la Base Aérea de Morón que se encontraban en desuso. Como puntapié inicial, lo presentó ante autoridades y representantes de la Fuerza Aérea Argentina, el Instituto de Desarrollo Empresarial Bonaerense (IDEB), la Unión Industrial del Oeste (UIO), las Cámaras empresariales del partido de Morón, la Universidad de Morón, la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Haedo (UTN-FRH), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Escuela Técnica Nº 4 de El Palomar, empresarios y concejales. Así nació el Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón (PITAM), con el objetivo de promover un desarrollo económico y social equitativo de manera sustentable, estimulando la competitividad, el desarrollo tecnológico y la innovación. Para el año 2014, 17 empresas expresaron su voluntad de ser parte del Parque, administrado por una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM).

En el año 2016, se fundó la primera aerolínea de bajo costo de Argentina: Flybondi, que comenzó a operar en enero de 2018 en el Aeropuerto de El Palomar (EPA), convirtiéndolo en el primer aeropuerto con vuelos de bajo costo en Argentina. El Aeropuerto de El Palomar es el tercer aeropuerto metropolitano de Buenos Aires (luego de Ezeiza y Aeroparque) y el único aeropuerto de toda Argentina que está conectado con un servicio ferroviario a pocos metros de la terminal. Es el segundo aeropuerto más grande de la Provincia de Buenos Aires y el primero en vuelos de cabotaje. Supera al aeropuerto de Ezeiza en cantidad de vuelos domésticos y a partir de diciembre hará lo mismo con el Aeroparque porteño en el segmento de vuelos regionales a países limítrofes. Ya es el octavo aeropuerto más importante de toda Argentina en cantidad de pasajeros transportados y proyecta ser el cuarto a mediano plazo (después de Ezeiza, Aeroparque y Córdoba).

A finales de 2018 la terminal aérea del Palomar se convertirá en internacional con los primeros vuelos fuera del país a cargo de Flybondi y de la aerolínea chilena Jetsmart.

En el año 2018, luego de presentar el proyecto del Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón (PITAM) ante la Unión Europea (UE), el Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, consigue que la organización internacional se comprometa a financiar una consultoría para definir el perfil y requerimientos de infraestructura del PITAM a cargo de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) del Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía, Aerópolis, en un esquema de cooperación triangular. El proyecto se llevará a cabo durante el año 2019.

En la actualidad continúan funcionando en Morón las dos bases aéreas militares que constituyen la I y la VII Brigada Aérea, el Museo Nacional de Aeronáutica, las escuelas técnicas, el CIATA y la UTN con su carrera de Ingeniería Aeronáutica. Además, con el desarrollo del aeropuerto comercial de El Palomar y el Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón, la proyección de crecimiento del sector no encuentra fronteras.

El pasado, presente y futuro de Morón están signados por lo aeronáutico. La historia, la realidad contemporánea y la proyección a mediano y largo plazo no dejan dudas de que Morón es la Tierra de la Aviación.

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